Biografía

  • María Celina Parrondo nació en el barrio de Liniers de la ciudad de Buenos Aires (Argentina) el 16 de febrero de 1943. Hija de inmigrantes españoles (Jesusa, de Pamplona, ama de casa y modista, y Enrique, de Navia, mozo) y con dos hermanos mayores (Enrique y Ricardo), por iniciativa de su madre comenzó a estudiar danzas y actuación en el Teatro Infantil Labardén. De allí fue expulsada a los 14 años por salir en defensa de la directora Blanca de la Vega, quien había sido injustamente cesanteada y luego le siguió dando clases en forma particular. Así llegó a intervenir en La enemiga en 1959, con la Compañía de Comedia de Antonia Herrero y Alberto Del Solar en el teatro Tirso de Molina de Paternal, hasta que se presentó con una recomendación a pedirle trabajo a Luisa Vehil, quien le ofreció un papel en la obra Lucy Crown. Tenía 17 años y ya había adoptado como nombre artístico (reuniendo su sobrenombre y el apellido de su madre) Marilina Ross.
  • Continuó desarrollando una intensa actividad en teatro, actuando en Ana de los milagros (1961), Noche en Medusa (1961), La idiota (1962/63), El canto de la cigarra (1963), ¡Ah, soledad! (1964) y Tartufo (1965), al mismo tiempo que debutaba en cine con un pequeño papel en El televisor (1961) e incursionaba en programas de televisión como Yo soy porteño (1962/66), Señoritas alumnas (1963/64) y la exitosísima telecomedia La nena (1965/1969), donde daba vida a Margarita Reyes, una alborotada jovencita que provocaba enredos junto a su amigo Coquito (Joe Rígoli), preocupando a su paciente padre (Osvaldo Miranda). Con este personaje ganó un premio Martín Fierro y enorme popularidad.
  • Protagonizando una versión teatral de Gigí (1967) y asumiendo roles secundarios en cine, dirigida por Fernando Ayala (Primero yo y Hotel alojamiento, ambas con escenas en las que aparecía semidesnuda que levantaron cierto revuelo), Leopoldo Torre Nilsson (El ojo que espía), Lucas Demare (Los guerrilleros), Luis García Berlanga (Las pirañas) y Rodolfo Kuhn (Ufa con el sexo, que durante décadas no pudo verse ya que el Instituto Nacional de Cinematografía le negó el certificado de exhibición), fue consolidando su imagen de actriz versátil y carismática, cuya belleza juvenil era con frecuencia foco de atención en las revistas del espectáculo.
  • En medio de esos trabajos desplegaba su vocación por la música, interpretando canciones porque así lo requerían algunos de sus personajes, haciendo versiones propias de las canciones infantiles de María Elena Walsh dentro del ciclo televisivo Viendo a Biondi, cantando en el espectáculo de café-concert  El tiempo de los carozos (1966) y grabando temas compuestos por ella misma junto a Francisco Paco Urondo, Elsa Jascalevich y Cristina Banegas en dos discos simples que tuvieron escasa repercusión: Qué será de mí/Mariposa de color (1966) y Carta a papá/Vivir aquí (1968). En 1967 grabó también un LP con fragmentos de El diario de Ana Frank.
  • En 1968 comenzó a formar parte de los proyectos del grupo Gente de Teatro, que integró junto a Emilio Alfaro (actor y director teatral que fue su marido durante ocho años), Norma Aleandro, Federico Luppi, Bárbara Mujica, Carlos Carella, Juan Carlos Gené y el director teatral y televisivo David Stivel. En TV, tras algunos intentos poco exitosos como el humorístico Nosotros, los villanos, el grupo alcanzó repercusión y prestigio con Cosa juzgada (1969/1971), recreando casos policiales reales con audacia y calidad. Como parte de Gente de Teatro (que cierto periodismo comenzó a llamar Clan Stivel) hizo también las obras teatrales El rehén (1967/68), ¿A qué jugamos? (1968), Libertad, libertad, libertad (1968) y Morir en familia (1971), que alentaban la discusión e incluso la participación del público, y el film Los herederos (1969), que compitió en el Festival de Cine de Berlín 1970 y por el que ganó un premio de la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina.
  • En 1971 ofreció en el Teatro Comedia de Mar del Plata un recital sola, con canciones propias y de otros autores. Desmembrado al año siguiente Gente de Teatro, abordó el unipersonal Solita y sola (1972/1974, escrito por Ricardo Talesnik) e interpretó uno de los principales personajes de La tregua (1974, Sergio Renán), largometraje nominado al Oscar.
  • En esos años, su militancia en el peronismo comenzó a manifestarse de diversas formas: integró la comitiva que viajó en un charter a España para traer de vuelta de su exilio a Juan Domingo Perón, formó parte del Centro Cultural Nacional José Podestá (que ofrecía representaciones teatrales en barrios humildes de Buenos Aires) y participó de la grabación de Cancionero de la liberación. En 1973 el candidato peronista Héctor Cámpora ganó las elecciones y ejerció la presidencia hasta que, después de unos meses, renunció para propiciar el regreso al gobierno del propio Perón, quien de esa manera volvió a ser Presidente de la Argentina hasta su muerte en julio de 1974.
  • A fines de 1974 Marilina logró concretar un proyecto propio: llevar al cine la historia real de María Esther Duffau, alias La Raulito, mujer marginal habitante de las calles de Buenos Aires vestida de hombre, incomprendida por los médicos y perseguida por la policía por delitos menores. Después de interpretar el personaje en un capítulo de Cosa juzgada que se tituló Nadie, ofreció a distintas productoras el guion escrito por José María Paolantonio a partir de aquel libro televisivo previo de Juan Carlos Gené y Martha Mercader, hasta que logró que la película se hiciese, con dirección de Lautaro Murúa (quien al principio no confiaba que ella pudiera cumplir adecuadamente ese rol). El estreno en Argentina, en julio de 1975, fue un gran éxito, ratificó definitivamente el talento de Marilina como actriz y, aunque no fue aceptada para competir en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, sedujo notablemente a la crítica y al público españoles, además de obtener premios en los festivales de Cartagena y Panamá y reconocimientos de la Asociación de Cronistas de Espectáculos de New York, de la Asociación de Críticos Uruguayos y de la revista española Fotogramas. La película le permitió también a la auténtica Raulito salir del anonimato y recibir algunas atenciones que no había tenido hasta entonces.
  • En 1975 fue otro suceso la única telenovela en la que actuó: Piel naranja, escrita por Alberto Migré y donde encarnaba a Clarita, una joven que lidiaba entre la fidelidad a su marido, mayor y autoritario (Raúl Rossi), y el amor por un joven comerciante (Arnaldo André), historia que resultó polémica especialmente por su desenlace trágico, en el que el esposo mata a la joven pareja y luego muere de un infarto. Alentada por Migré, en algunos capítulos cantaba temas grabados en su primer LP Estados de ánimo, grabado el año anterior con producción de Piero, especialmente Queréme… tengo frío, logrando identificar la canción con su personaje de ficción. Interpretando los temas de ese disco protagonizó un especial televisivo por el que ganó otro premio Martín Fierro, mientras iniciaba una relación sentimental con el actor Jorge Martínez que duró unos meses. Durante 1974/75 asumió también personajes secundarios en las películas Los años infames (Alejandro Doria) y La película (José María Paolantonio).
  • Ese buen momento personal y profesional estaba atravesado por la angustia que le provocaba haber recibido, en 1974 (al igual que otros actores, realizadores e intelectuales), amenazas de muerte del grupo parapolicial Alianza Anticomunista Argentina Triple A: según ha contado en diversas entrevistas, en la secuencia del monólogo en el juzgado en La Raulito su queja y su llanto se confundían con la sensación de sentirse perseguida ella misma.
  • Tras el golpe militar que el 24 de marzo de 1976 derrocó a la vicepresidenta devenida presidenta María Estela Isabel Martínez de Perón, Marilina pasó a integrar listas de prohibidos. Ese año actuó junto a Luis Fischer Quintana en el espectáculo teatral El gran soñador (otro proyecto que ella misma impulsó), pero no podía promocionarlo en radio y TV. Al mismo tiempo, por problemas de censura se demoraba el estreno de Los años infames (que llegó a las salas cuatro años después, con cortes y su personaje eliminado) y Piedra libre (1975, de la que era protagonista, dirigida por Torre Nilsson, y que pudo estrenarse en septiembre de 1976 tras una instancia judicial). Entonces aprovechó los ofrecimientos de trabajo que le llegaban de España y, sin proponérselo, terminó radicándose allí.
  • Algunas de las diversas propuestas de trabajo en Europa no prosperaron (una comedia musical con Raphael, un film dirigido por Jean-Luc Godard) o ella misma las fue rechazando (un personaje en el film Camada negra que finalmente pasó a manos de Ángela Molina), pero actuó en seis películas: ParrandaReina Zanahoria, La Raulito en libertad, Al servicio de la mujer española, Soldados y El hombre de moda, en la primera con una «participación especial» y en las otras como protagonista, junto a importantes actores y actrices como José Sacristán, Fernando Fernán Gómez, Ovidi Montllor, Xabier Elorriaga, Charo López y Carmen Maura. También acompañó al prestigioso actor José María Rodero en una versión de Pigmalión para el ciclo Estudio Uno de Televisión Española, en 1979, y a José Bódalo en Panorama desde el puente en teatro, en enero de 1980.
  • El cariño, las excelentes críticas y los premios cosechados en España no se compensaban con la tristeza del exilio. Después que en julio de 1980 el actor Luis Politti (con quien había trabajado en La Raulito y Pigmalión) falleciera en Madrid –enfermo y extrañando la Argentina–, Marilina decidió volver a Buenos Aires. Lo hizo a fines de ese año, pero aunque algunos medios gráficos se hicieron eco de su regreso, seguía prohibida en cine y TV. En 1981 aceptó reemplazar a Alicia Zanca en la obra teatral Boda blanca, pero debió dejarla por recibir amenazas.
  • Las dificultades para trabajar como actriz la impulsaron a volcarse a su faceta de cantautora, presentándose en reductos pequeños. Fue el comienzo de una nueva etapa en su carrera, incentivada por el afecto recibido en esos recitales y también por el éxito que obtuvo Sandra Mihanovich al grabar Puerto Pollensa y Quereme… tengo frío. El primero de estos temas había sido compuesto por Marilina para la actriz y directora teatral Susana Torres Molina (con quien había iniciado una secreta relación sentimental en España) y Mihanovich quiso grabarlo tras escuchárselo cantar en una informal reunión que se organizó por su regreso a la Argentina, en la casa de Emilio Alfaro; ambos fueron difundidos eludiendo el nombre artístico Marilina Ross, por precaución o autocensura. Finalmente, a mediados de 1982, al restringirse la difusión de música en inglés durante la guerra con el Reino Unido en Malvinas, Marilina empezó a ser convocada por distintos sellos discográficos para grabar sus canciones: a su vocación se sumaba la necesidad de comunicar experiencias y sentimientos sin la mediación de personajes que no tuvieran que ver con su vida.
  • Así llegó a grabar Soles (1982), que incluye el tema del mismo nombre cuyo estribillo (Aunque no lo veamos el sol siempre está) se convirtió en una expresión de esperanza que perduró en la memoria de los argentinos. Por su actitud ligeramente inconformista y pacifista fue asimilada a la corriente del rock nacional, aunque sus canciones (simples, tiernas, muchas veces autobiográficas) estaban más cerca de la balada que del rock. Puerto Pollensa y otras, como Quiero ser yo, fueron posteriormente valoradas por sugerir historias de amor y deseo fuera de los cánones heterosexuales, en tiempos en que eso resultaba problemático.
  • Soles le siguieron A mis queridos seres (1983), Cruzando las grandes aguas (1985), Mis hijos naturales (1987) y Conectándome (1989), con los que realizó provechosas giras dentro y fuera del país, batiendo récords de ventas y ganándose a los más jóvenes. Varias de sus canciones fueron grabadas o interpretadas en público por otros cantantes, como Mercedes Sosa, Estela Raval, Iva Zanicchi, Lissette, Piero, Julia Zenko y Miranda! En sus  trabajos discográficos sumó además versiones propias de canciones de Claudio Baglioni, Ivano Fossati, Silvio Rodríguez y Chico Buarque, junto a algunos tangos. En esos años participó, al mismo tiempo, en discos de Piero, Isabel Parra, Chango Farías Gómez, B. B. Muñoz y Gabriel Ogando.
  • En 1990 hizo una versión del tema de Eladia Blázquez Honrar la vida para ser utilizada como cierre del programa televisivo semanal Atreverse y, ante la repercusión alcanzada, la grabó en un maxi single, Latiendo. En los años siguientes, ya en formato CD, se agregaron dos nuevos discos: Contra viento y marea y De amor y de locuras, este último con otra exitosa versión suya de un tema de Blázquez, Con las alas del alma. Se sumó un disco para niños, que grabó con Piero y Juan Carlos Baglietto: Cachuso Rantifuso. Entre sus recitales de los años ’90 merecen mencionarse María canta el tango, donde interpretó únicamente tangos, y Las cantautoras, que compartió con Eladia Blázquez y Teresa Parodi.
  • En 2000 grabó Más que un sueño, reuniendo nuevas versiones de sus canciones interpretadas junto a Víctor Manuel, Alberto Cortez, María Elena Walsh, Las Blacanblús, Alejandro Lerner, Silvina Garré y otros (más tres temas nuevos), acompañando el lanzamiento con un recital con invitados en el Teatro Avenida de la ciudad de Buenos Aires. Dos años después, debido a su adicción al cigarrillo sufrió un infarto: desde entonces comenzó a tener dificultades para cantar y ya no volvió a grabar canciones propias, aunque participó como invitada en discos de Cuti y Roberto Carabajal, Paz Martínez y Mónica Posse.
  • Después de Boda blanca (1981) varias veces fue tentada para volver a trabajar como actriz en cine, teatro y TV, pero solo lo hizo ocasionalmente, en proyectos vinculados a temáticas de su interés o convocada por amigos: dos representaciones de teatro leído de Eva y Victoria (1991, junto a China Zorrilla), el especial televisivo Comunico milagros (1998, escrito por Juan Carlos Gené y dirigido por Alejandro Doria), varios radioteatros escritos por Alberto Migré, una participación especial en el último capítulo de Piel Naranja, años después (2004, también escrito por Migré), y dos películas que tuvieron difusión únicamente en festivales (Manekenk, El fuego y el soñador). Asimismo, aportó su testimonio para el documental Padre Mugica (1999, sobre el sacerdote católico Carlos Mugica, asesinado por la Triple A en 1974, del que había sido amiga).
  • En 2009 fue declarada Ciudadana Ilustre de la ciudad de Buenos Aires y anunció su retiro, aunque siguió dando recitales en distintas ciudades argentinas y editó el compilado Por arte de magia.
  • En 2013, a sus 70 años (aprovechando las posibilidades de la flamante Ley de Matrimonio Igualitario), se casó con su pareja Patricia Rincci. Al año siguiente formó parte de Las Elegidas (espectáculo que reunió a cantantes de distintos géneros en el Teatro Colón), en 2015 volvió a actuar en una película (El espejo de los otros) y en 2019, convocada por el productor Lino Patalano, debutó como directora teatral con una nueva versión de Solita y sola, ahora protagonizada por Marta Mediavilla. Mientras tanto, sigue recibiendo reconocimientos por su trayectoria y participando de eventos solidarios.